Páginas

19.3.16

¿DÓNDE RESIDE EL SECRETO DEL ESTILO?

Que sí, que el estilo existe y se encuentra en tu armario y en ti misma. Es cierto que existen esas personas que rezuman glamour, charme, encanto, estilo, elegancia, llámalo como quieras, por todos los poros de su piel. Esas pocas afortunadas no tienen que bucear en el armario para encontrar qué ponerse y estar perfectas porque hasta en pijama de felpa y con legañas las encuentras adorables y especiales. Los demás tenemos el estilo o bien perdido o escondido o asfixiado en el fondo del armario entre todas esas prendas fetiche de cada temporada (¡el absurdo y la paradoja de ser una fashion victim!) y que aborreces la temporada siguiente, la ropa que guardas "por si acaso", lo que ni te cabe ni jamás te quedó bien, pero compraste de forma impulsiva para superar un mal día, etc. O bien ahogándose dentro de ti en esos días horribles en los que te sientes como un felpudo.
Todas tenemos de eso. Y encontrar, y acertar, con el estilo de cada uno es fundamental, porque nos da seguridad y eso se nota cuando caminas por la calle.
Yo, cuando me siento blof total, no encuentro qué ponerme, y acabo tirada boca arriba en la cama, comiendo techo, como si así fuera a llegar la inspiración que me socorra de esa "crisis modelística". Entonces toco fondo, me incorporo, agarro mis vaqueros fetiche, camiseta, taconazos, un buen foulard y salgo a la calle con seguridad, a pisar fuerte. No sé a vosotras, pero a mí, sentirme guapa me hace invencible. Y, repito, eso se nota, los demás lo notan.
En eso reside el secreto del estilo: en tener unos lindos tacones, un vestido bonito o un buen pañuelo, y, lo más importante, confiar en una misma, estar segura de que ese pañuelo, ese bolso, ese sombrero lo único que hacen es realzar aún más la atractiva persona que llevas dentro y que se está viendo por fuera.
Por esto las fotos del post de hoy, porque la ciencia habrá ayudado mucho a la humanidad, pero un bonito foulard de seda contribuye a que llegues radiante a tu cita pues te sientes bien vestida, sencilla y perfecta. 
Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)


Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)

Complementos disponibles en Turquesa (El Entrego)




13.3.16

CUIDARSE PARA SER FELIZ

Tras un largo invierno encerrada en mi cubil, me di cuenta de que era necesario resurgir. El frío eterno de estos últimos meses me deja hecha polvo: el pelo hecho unos zorros, el ánimo por los suelos, ansiedad en niveles de peligro extremo y ganas innecesarias de comer todo aquello que se acumulará en mis caderas justo ahora que me tocará lucirlas. Así que mientras duraban las rebajas, me levanté un día, me pinté los labios, recogí el pelo en una ponytail con estilo, me di un poco de BB cream, rimmel y a la búsqueda de la felicidad primaveral.
Y aquí estoy de nuevo, con nuevas marcas, nuevos productos (también con aquellas a las que somos fieles porque jamás podríamos separarnos de sus diseños), aire renovado, aire primaveral y con una idea hiperclara: dedicarse tiempo nos hace un poquito más felices. Solo por ese poquito, vale la pena.
Así que reserva una cita contigo misma: para mirarte al espejo, para relajarte en la bañera, para castigarte en el gimnasio o para leer este post (en el que he decidido enseñarte algunos de los bolsos que ya tenemos en Turquesa, esos bolsos que te hacen feliz a cualquier hora del día).








Aprende a disfrutar de las rutinas. No, no estoy hablando de limpiar los baños; me refiero a disfrutar del momento en que te enfrentas al armario y piensas "qué me pongo hoy".












Solo necesitas 15 minutos diarios: 10 para decidir el bolso que mejorará tu look; 5 para crema hidratante, colorete, rimmel y lápiz labial. Con solo unos minutos se consiguen grandes cosas.









De acuerdo, hay días en los que ni tus mejores modelitos ni tus vaqueros fetiche suben el ánimo; nada, que no hay manera. En el fondo, todo es cuestión de actitud: labios rojos, tacones y bolso brillante...y querrás bailar. Aprenderás que todo tiene remedio y disfrutarás.







Y recuerda, en esto de la belleza lo importante es lo que no se ve; cuídate por dentro y estarás radiante por fuera. Como decía mi admirada Audrey Hepburn: "Yo creo en el color rosa. Yo creo que la risa es el mejor quemador de calorías. Yo creo en besar, besar mucho. Creo en ser fuerte cuando todo parece ir mal. Yo creo que las niñas felices son las mujeres más guapas. Creo que mañana será otro día y creo en los milagros."