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23.11.14

EL ENCANTO DE LA NAVIDAD.

"El otoño ha venido y nadie sabe cómo ha sido" (recuerdos infantiles...). Y eso significa que ya está a la vuelta de la esquina la Navidad. Siempre espero al puente del 6 de diciembre a poner los adornos navideños. Sinceramente, eso de que sea noviembre y los grandes centros comerciales ya estén llenos de guirnaldas, espumillones y abetos, turrones, peladillas y mazapanes me ofende. Creo que hay un tiempo para todo. Eso sí, en cuanto llega el 6 de diciembre participo como una más de las celebraciones navideñas.



Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)



Es cierto que muchas de esas celebraciones se hacen pesadas, tediosas, aburridas, meros compromisos sociales en los que caemos (a todos se nos está viniendo ahora a la cabeza la comida de la empresa...buf! ¿por qué existe?).


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)



Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Cierto es también que muchos no gustan de estas celebraciones y que las consideran de un consumismo exacerbado. Aunque no comparto opinión, no puedo negarles la razón del todo. A veces se nos va la cabeza en los gastos y no medimos lo que realmente podemos o debemos comprar o regalar. Nos excedemos. Cierto.


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)

Están también aquellos que no encuentran sentido a este tipo de fiestas, que no entienden tanta euforia y tantos buenos deseos cuando el resto del año apenas nos saludamos. Cierto.
De todos modos, yo no puedo dejar de participar activamente en todo eso que es la Navidad (al margen de cualquier tipo de creencia religiosa): regalos, adornos, reencuentro con los amigos que están fuera, buenos deseos, sonrisas y besos.


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)

Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Empiezo por los adornos. Pasar el día con mis hijos decorando la casa, montando el belén y el árbol de navidad, verlos a ellos disfrutar y emocionarse... Eso es embriagadoramente dulce y tierno. Esta es mi primera sobredosis de navidad, la primera borrachera de alegría, sonrisas, nervios, ternura...



Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Sigo con los regalos. Salgo eufórica a las calles y las recorro encantada y divertida (a pesar de las aglomeraciones) buscando lo que más pueda gustar a aquellos a los que más quiero. Pongo en cada regalo un poco de mí (y de mi tarjeta de crédito...uf!) pues intento sorprender y agradar (¿regalos? ¡desde libros hasta sábanas!) a esas personas que son importantes en mi vida y que quisiera que estuviesen en ella hasta el final. Ver la cara de ellos cuando abren sus regalos el día de Reyes... Segunda borrachera con lágrimas de felicidad.


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)



Y los amigos. Vuelven todos los que están fuera, que en los últimos años desgraciadamente son cada vez más. Nos reunimos, reímos, cantamos, como si la distancia y el tiempo no existieran. Y los que físicamente no están se sienten. Sabes que están ahí contigo siempre, que su no presencia no es ausencia, porque lo que sientes por ellos es mucho más grande y fuerte que cualquier barrera o frontera. Tercera borrachera de amor, de nostalgia, de recuerdos, de buenos momentos...



Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Adornos navideños en Turquesa (El Entrego)


Pues bien, podría daros más razones para celebrar la navidad, pero creo que estas tres son más que poderosas y contundentes. Así que ahora voy a dedicar unos minutitos a pensar en la decoración navideña que me tocará en unos días.







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