"Faîtes la mode, pas la guerre" (Haz la moda, no la guerra) es el eslogan de Chanel para esta temporada, el cual nos recuerda aquel otro famosísimo de los 70 "haz el amor y no la guerra", no en vano esta temporada es un constante tributo a los 70, un retorno a esa década y a la liberación del cuerpo de la mujer. Siluetas vaporosas, fluidez de las telas, libertad del largo de las faldas, vestidos trapecio, cazadoras cortas, chalecos, estampados multicolores y rayas también. Elegancia y sensualidad unidas en prendas de cuero y encaje, minivestidos y tops que dejan ver la piel. Y kimonos. Kimonos que nos retrotraen a esos hippies de los 70 y a las femeninas y sensuales geishas japonesas.
El encanto de un kimono. La prenda más tradicional de oriente se ciñe a la cintura femenina irradiando estilo por todos lados, protagonizando los estilismos de todas las calles del mundo, los lookbooks de todas las grandes marcas, ocupando un puesto de preferencia en todos los vestidores femeninos.
Ya sea a modo de vestido o reinventadas como chaquetas, estas prendas tradicionales conquistan. Las diversas y múltiples versiones van desde los etéreos kimonos ablusados elaborados en suaves tejidos como el raso o la seda, hasta los más robustos diseños de shantung o de tejidos brocados; e incluyen estampados florales, motivos milenarios simbólicos y hasta profusos apliques de pedrería o flecos. Incluso los hemos encontrado en antelina, con flecos, clave boho.
Te asusta la prenda porque no sabes cómo combinarla. Pues ten por seguro que lo mismo puedes utilizar el kimono como vestido de noche que para elevar un look diario básico con esa apariencia premeditadamente despreocupada define el día a día. En este post de hoy te ofrecemos estilismos casuales, para llevar tu kimono a diario. ¿Te animas? Yo ya tengo el mío.
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