Creo que es algo de lo que ya os he hablado en otras ocasiones, pero es que este estilo siempre me ha encantado. Es cierto que soy capaz de vestirme de mil maneras diferentes, si algo me gusta y me sienta bien, no dudo en ponérmelo. Pero he de reconocer que siempre ha habido un estilo al que le he sido fiel, y es así desde mi más pura adolescencia, ese momento en el que tu madre deja de elegir por ti y tú decides. Ese estilo bohemio, hippie, folk, ese estilo aparentemente descuidado, que lo que realmente esconde es comodidad, con el que te sientes libre y sin prejuicios, rebelde, con el que te sientes estupenda en cualquier ocasión. Todo esto que os explico se debe a que han llegado a Turquesa los nuevos diseños de Pibita. Son como un viaje a la India sin moverse del sofá. Tejidos naturales, frescos, cómodos y veraniegos; colores vivos e intensos, que alegran cualquier mañana; bordados y pedrería que enriquecen la sencillez de telas naturales blancas o crudo. Te los enseño. Los he combinado con bolsos y sombreros también disponibles en Turquesa. Podrás ver que son tan aptos para ir a la playa como para salir, no sólo por la mañana o por la tarde, muchos de ellos te acompañarían espectacularmente en cualquier cóctel.
Empiezo por estos precisamente porque me tienen hechizada. Dos vestidos imponentes, de los que hablan por sí solos y no necesitan ningún complemento más. La caída de sus telas, el bordado en el escote, diseños que estilizan,...
Y ahora vamos con las mañanas. Las camisas son chulísimas, fijaos en el detalle de los bordados, combinables y ponibles (imagínatelas con tus vaqueros gastados!). El short blanco (también disponible en crudo) lleva cinturilla elástica, de las que se adaptan a ti sin apretar. La comodidad, que ya te lo he dicho, principio básico. Modelazo para pasearte por los mercadillos playeros de este verano.
Las faldas. Tienes desde estas estampadas geométricas (las hay que cambian su estampado, no son iguales por delante que por detrás), hasta lisas blancas. Me gustan estas por su colorido y por su forma, siempre favorecen a todas las piernas.
La falda larga es todo un clásico en el boho-chic. La blanca también está disponible en mini. Es la falda hippie por excelencia, en tono blanco ibicenco, para llevar en total look white o combinar, como en la foto, con camisas estampadas de todos los colores. El detalle del bolsillo/cartera de mano me parece ideal.
La estampada es preciosa con su corte al biés, por la tela vaporosa, por su caída. Caminar y sentir su movimiento será como verte en las pasarelas. Combínala con camisa blanca, vaquera, camiseta, y ponte unas cuñas de esparto. Triunfarás.
Y ahora llegan estos vestidos, con su aire baby-dolo y sus bordados. Me chiflan. En los atardeceres, e incluso en el trabajo, te sentirás guapa de verdad.
Y termino con una serie que me permite ir a la playa, pero también salir a pasear o a trabajar. Sus colores son espectaculares, al igual que las aplicaciones de cristales y espejos, o los bordados. Cambia los complementos y cambiará el lugar donde los luzcas. Versatilidad y comodidad, principios básicos para que entren en tu fondo de armario.
¡Espero que os hayan gustado tanto como a mí!
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